Soy una mujer que no me puedo desenvolver muy bien en
la ciudad, puesto que provengo de un campo, específicamente Manta Cundinamarca.
Fui criada en una familia machista, en la que crecí con el pensamiento de que
debo depender de un hombre, que no puedo salir sin un hombre, básicamente soy
una niña si no tengo a mi lado un hombre. Razón por la que no me atrevo a
ingresar a la clínica y hablar con el doctor, es más, ni siquiera sé cómo
llegar a su consultorio sin ayuda.
Por eso le pedí el favor a la hija mayor para
comunicarse con el doctor y así mismo transmitirnos esa información tan
importante que tenía que decirnos. Yenny le pregunta al doctor sobre Jaime, si
ese mensaje tan urgente que tenía que decirnos estaba involucrado con el
procedimiento de entubación.
Efectivamente
el doctor en su lenguaje corporal reflejaba una preocupación e incomodidad con
la pregunta, pero debe ser franco y verídico. De una manera clara el médico le
empieza a comentar sobre lo que estaba sucediendo en la UCI (Unidad de cuidados
intensivos). El doctor al relatar intentaba dar rodeo a algo que había ocurrido
con mi amado, hasta que finalmente logró llegar al grano con su informe: “Señorita,
lamentó decirle que su papá tuvo una embolia pulmonar, la cual le ocasionó un
paro cardiaco. Intentamos reanimarlo una, dos y a la tercera el paciente volvió
a la vida, pero a los dos minutos le dio un segundo paro cardiaco el cual no
logró sobrevivir. Su padre ya no se encuentra con nosotros… lo lamento mucho”
El tiempo se detuvo. La tierra dejó de ejercer
movimiento. El corazón dejo de palpitar. Ella entró en shock. El cielo de
aquella tarde se oscureció al enterarse de lo sucedido. Los ángeles querían
llorar.
El medico al ver su reacción intentó controlarla. Ni siquiera la ciencia logra curar esa terrible sensación. Es inevitable no sentir dolor. No volverá a estar con nosotros nunca más…
El alma vuelve a entrar en su cuerpo. A continuación,
Yenny, mi hija, reacciona y aquellas gotas de lluvia se convierten en un fuerte
aguacero. Su padre acaba de partir de su cuerpo, entró en un sueño profundo, el
cual no despertará jamás.
Yenny baja las escaleras, con una tristeza inmensa,
desciende escalón por escalón hacia la más trágica verdad.
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