3:00 pm: Esperando a mi hija con una extraña ansiedad
que se apoderaba de mi cuerpo cada segundo, los recuerdos felices vagaban por
mi mente como una película, se reproducía la misma cinta una y otra vez.
Sonreí, al revivir cada momento tan especial. Cuando nos vimos por primera vez,
cuando a escondidas intentaba escaparme solo por verlo a él, cuando nos dimos
nuestro primer beso que logró ser tan especial que sentí que mis pies se
despegaron del suelo y flote hacia el país de las maravillas… Me di cuenta que
él era el hombre que tanto había esperado. Momentos como esos recorrían mi
mente hasta llegar a mi corazón.
Yenny bajó las escaleras y se acercó. Me llamó la
atención su rostro, cuya tez blanca como los copos de nieve se estaban
derritiendo, su mirada tan perdida como dos náufragos en la mitad del océano y
sus labios, algo lastimados e inundados por aquel aguacero producido en sus
ojos.
- ¿Qué ocurrió con tu padre? ¿Para qué te necesitaba
el doctor?
-Les tengo que dar una muy mala noticia…
- ¿Qué pasó?
- Mi papá falleció… mi viejo ya no está con nosotros,
se nos fue…
Mi viejo tambor fue disminuyendo sus fuertes ritmos,
la película que reproducía mi mente se pausó, mi cuerpo quedó pasmado… la
fuente de mi sistema solar se acabó para siempre, mi único y verdadero amor se
me había ido y esta vez para siempre.
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