Fuente: kataka
07 de diciembre: La noche del día de hoy es algo particular, muy diferente a las demás. El cielo de un color negro como el más precioso cuarzo, pero en él se reflejan miles y miles de luces titilantes, que adornan el cielo e intentan competir con la diosa más hermosa, la Luna, reina de la noche y acompañante de aquellas tristezas y desgracias, la fiel compañía de una mujer que pide a gritos las caricias pasionales de su esposo, una mujer inmersa de preguntas que requieren respuestas, una mujer cuyo tambor en el pecho cada día va perdiendo los perfectos ritmos y melodías porque esa extraña soledad se va apoderando de ella, esa triste viuda mujer soy yo.
La noche de hoy ocasiona tener en mis pensamientos al
amor de mi vida, un hombre que llenó mi corazón de amor y el estómago de
pequeñas mariposas de radiantes colores vivos. ¡Fui la mujer más feliz de este
mundo! Cada 07 de diciembre recurro al libro de mis más gratas historias, doy
rumbo al mundo ficticio que produce mi mente, en el que me logro encontrar con
mi más grande amor, pero que esta realidad tan espeluznante y desesperante
interrumpe mi viaje con el dueño de mis sentimientos, mi amor eterno…
Mi nombre es María Del Carmen Beltrán, soy una mujer
que sufre por la pérdida de su más grande amor desde hace seis años. La vida me
arrancó de mis brazos mi compañero de aventuras, mi esposo y mi amante, ese
hombre por el que entregue todo de mi, mi tiempo, mi amor y mi vida.
Tengo tres hermosos tesoros. Cada uno formó su
familia, cada uno ha creado una historia propia e independiente, han cumplido
la ley de la vida. Me alegra demasiado que mis pequeños estén cumpliendo sus
sueños, ver esos pequeños frutos que con tanto esfuerzo sembré vale la pena. ¡que
amen como yo ame! Pero con el tiempo me voy dando cuenta que ya no soy el
centro del universo, estoy siendo olvidada. La soledad está tocando mi puerta,
pero no estoy preparada.
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